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Hablando y sin palabras

La grandeza de la naturaleza

La otra noche me quedé observando las estrellas con Mr. Cheese ambos tumbados en el piso de un muelle y con la algaravilla de la las fiestas en los bares al fondo.

Fue una experiencia espectacular estar entre el cielo y el mar, cuan grandioso es ver hacia arriba y observar todas esas estrellas y al mismo tiempo escuchar ese rumor del agua cuando se acerca cautelosamente, nuestra pequeñez en esos momentos no puede ser mas notoria, el mar no puede ser menos grandioso ni el cielo menos maravilloso, y lo mejor de todo fue la paz, bendito complemento para una conversación melancólica entre dos almas solitarias.

Sí solitarias, pero al final felices...

2 comentarios

aretuza -

Pues un libro no hubiese estado mal, digo! en el caso de haber estado sola, la compañía simplemente estuvo a la altura.

khandika -

Hace tiempo escribí un post muy parecido, lo único que agregué es que estaba acompañado de un libro de MacLuhan.